Cada rincón del apasionante mundo de la acústica, es un nuevo horizonte sobre el que adentrarse e investigar. Hay tantos horizontes como rincones queramos observar, y en este caso, abordaremos la sincronía ente amplificador y altavoz; concretamente el caso de la amplificación valvular.

Son muchas las ocasiones en las que, tras conectar nuestras cajas acústicas a un amplificador de válvulas, el resultado se vuelve casi desastroso. Sin embargo, en otras ocasiones, la respuesta de nuestras cajas acústicas se torna excepcional. El sonido se vuelve cálido, la sala se llena por completo y la escena sonora crece y crece. La cuestión entonces es: ¿A qué se debe esta diversidad en el resultado? La respuesta es simple, pero en lo referente al diseño de cajas acústicas se vuelve complejo.

Asumiendo que cada válvula y caja acústica aporta su propia tímbrica particular y que damos como premisa que nuestros equipos disponen de una calidad mínima, la cuestión se resume en dos factores: Impedancia y Sensibilidad.

Al contrario de lo que ocurre con un amplificador a transistores, en un amplificador a válvulas disponemos de un elemento fundamental en su fase final como amplificador: el transformador de salida. Este transformador se encarga de adaptar la impedancia de salida de la válvula, con valores elevados (superiores a 1kOhm), a la impedancia ofrecida por el altavoz, de valores pequeños (4 – 8 Ohm). Es decir, como si de una ecuación matemática se tratara, se encarga de adaptar la relación de impedancias entre nuestros equipos. Pero, ¿Qué significa esto? En resumidas cuentas, lo que esto nos indica es que nuestro amplificador valvular es muy sensible a las variaciones de impedancia por parte de la caja acústica.

Ligeras variaciones en la impedancia acústica de nuestras cajas acústicas, no supondrán un gran inconveniente; pero cuando tenemos variaciones considerables, la respuesta de nuestro sistema amplificador – caja acústica deja de ser tan lineal como debería.

Traduciendo esta peculiaridad al diseño o características de una caja acústica que vaya a emparejarse con un amplificador de válvulas, es indispensable que la caja acústica tenga una respuesta de impedancia lo más plana posible, alejada de fuertes variaciones, sobre todo si estas variaciones se traducen en caídas pronunciadas.

Comparte la publicación en tus redes sociales!